La cantante italiana de ópera Bianca Castafiore es el único personaje femenino de cierta importancia en el mundo casi exclusivamente masculino de Las aventuras de Tintín. Conocida como «el Ruiseñor Milanés», la Castafiore es una diva conocida en todo el mundo, y, sin embargo, su voz es objeto de la más viva animadversión por parte de casi todos los personajes de la serie (con la excepción del "duro de oído" Tornasol, quien además se revela en Las joyas de la Castafiore como su tímido enamorado). Es especialmente detestada por el capitán Haddock, con quien forma un singular dúo cómico que tiene su actuación más destacada en el álbum antes mencionado.
La Castafiore hizo su primera aparición en la serie en El cetro de Ottokar, en 1938. En total, aparece en ocho de los álbumes de la serie, incluyendo el último, Tintín y el Arte-Alfa. A pesar de no encontrarse ella presente, los personajes la oyen cantar por la radio en al menos otros dos (Objetivo: la Luna y Tintín en el Tíbet).
En el desarrollo de algunos aspectos del personaje tuvo sin duda un importante papel Edgar Pierre Jacobs, colaborador de Hergé desde 1940. Jacobs había sido barítono profesional y fue durante toda su vida un gran aficionado a la ópera. Hergé, en cambio, detestaba este género musical, ya que, según sus propias palabras, veía "a la mujer gorda detrás de la cantante".
Aunque es de suponer que una artista de tal celebridad cuente con un amplio repertorio (hay también referencias a interpretaciones suyas de obras de Puccini y Rossini), en la serie aparece ligada casi exclusivamente a una sola pieza, el «Aria de las Joyas» del Fausto de Gounod, cuya letra ("Me río de verme tan bella en este espejo") resulta muy adecuada para su enorme vanidad. Como corresponde a una diva, está en el centro de atención de la prensa, que le atribuye romances inverosímiles (por ejemplo, con el capitán Haddock, en Las joyas de la Castafiore). Su suntuoso vestuario (luce modelos inspirados en creaciones de, entre otros, Christian Dior y Coco Chanel) refleja la cambiante moda del siglo XX. Bianca Castafiore viaja siempre con su secretaria, Irma, y su pianista, Igor Wagner.
La Castafiore hizo su primera aparición en la serie en El cetro de Ottokar, en 1938. En total, aparece en ocho de los álbumes de la serie, incluyendo el último, Tintín y el Arte-Alfa. A pesar de no encontrarse ella presente, los personajes la oyen cantar por la radio en al menos otros dos (Objetivo: la Luna y Tintín en el Tíbet).
En el desarrollo de algunos aspectos del personaje tuvo sin duda un importante papel Edgar Pierre Jacobs, colaborador de Hergé desde 1940. Jacobs había sido barítono profesional y fue durante toda su vida un gran aficionado a la ópera. Hergé, en cambio, detestaba este género musical, ya que, según sus propias palabras, veía "a la mujer gorda detrás de la cantante".
Aunque es de suponer que una artista de tal celebridad cuente con un amplio repertorio (hay también referencias a interpretaciones suyas de obras de Puccini y Rossini), en la serie aparece ligada casi exclusivamente a una sola pieza, el «Aria de las Joyas» del Fausto de Gounod, cuya letra ("Me río de verme tan bella en este espejo") resulta muy adecuada para su enorme vanidad. Como corresponde a una diva, está en el centro de atención de la prensa, que le atribuye romances inverosímiles (por ejemplo, con el capitán Haddock, en Las joyas de la Castafiore). Su suntuoso vestuario (luce modelos inspirados en creaciones de, entre otros, Christian Dior y Coco Chanel) refleja la cambiante moda del siglo XX. Bianca Castafiore viaja siempre con su secretaria, Irma, y su pianista, Igor Wagner.
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